viernes, 30 de noviembre de 2007

El Renacimiento

Renacimiento. Se denomina Renacimiento al periodo de la historia europea, caracterizada por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. Igualmente, es el nombre dado al amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas.
El nombre Renacimiento se utilizó porque éste retomó los elementos de la cultura clásica. Además este término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de estancamiento causado por la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. El Renacimiento planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, cambiando el teocentrismo medieval, por el antropocentrismo renacentista.
Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci, ejemplo de la combinación de ciencia y arte


Desarrollo
Históricamente, el Renacimiento fue contemporáneo de la Era de los Descubrimientos y las conquistas ultramarinas. Ésta «Era» marca el comienzo de la expansión mundial de la cultura europea, con los viajes portugueses y el descubrimiento de América, lo cual rompe la concepción medieval del mundo, fundamentalmente geocéntrica.
El Renacimiento comenzó en Italia en el siglo XIV y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI. En este período, la fragmentaria sociedad feudal de la Edad Media, caracterizada por una economía básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual dominada por la Iglesia, se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló el mecenazgo de la educación, de las artes y de la música.
El desmembramiento de la cristiandad y el desarrollo de los nacionalismos, la introducción de la imprenta, entre 1460 y 1480, y la consiguiente difusión de la cultura fueron de la mano, potenciándose mutuamente, con la revolución operada en el mundo de las ideas. El determinante, sin embargo, de este cambio social y cultural fue el desarrollo económico europeo, con los primeros atisbos del capitalismo mercantil. En este clima cultural de renovación, que paradójicamente buscaba sus modelos en la Antigüedad Clásica, surgió a principios del siglo XV un renacimiento artístico en Italia de empuje extraordinario.

El artista tomó conciencia de individuo con valor y personalidad propios, se vio atraído por el saber y comenzó a estudiar los modelos de la antigüedad clásica a la vez que investigaba las técnicas del claroscuro, las formas de representar la perspectiva, y el mundo natural; especialmente la anatomía humana y las técnicas de construcción arquitectónica. El paradigma de esta nueva actitud es Leonardo da Vinci, personalidad eminentemente renacentista, quien dominó distintas ramas del saber, pero del mismo modo Miguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sandro Botticelli y Bramante fueron artistas conmovidos por la imagen de la Antigüedad y preocupados por desarrollar nuevas técnicas escultóricas, pictóricas y arquitectónicas, así como por la música, la poesía y la nueva sensibilidad humanística. Todo esto formó parte de el renacimiento en las artes en Italia.

La Fornarina, obra de Rafael

Etapas

Diferentes etapas históricas marcan el desarrollo del Renacimiento:
1.-La primera tiene como espacio cronológico todo el siglo XV, es el denominado
Quattrocento, y comprende el Renacimiento temprano que se desarrolla en Italia.
2.-La segunda, afecta al siglo XVI, se denomina
Cinquecento, y su dominio artístico queda referido al Alto Renacimiento, que se centra en el primer cuarto del siglo. Esta etapa desemboca hacia 1520-1530 en una reacción anticlásica que conforma el Manierismo.
Mientras que en Italia se estaba desarrollando el Renacimiento, en el resto de Europa se mantiene el
Gótico en sus formas tardías, situación que se va a mantener, exceptuando casos concretos, hasta comienzos del siglo XVI.
En Italia el enfrentamiento y convivencia con la antigüedad clásica, considerada como un legado nacional, proporcionó una amplia base para una evolución estilística homogénea y de validez general. Por ello, allí, es posible su surgimiento y precede a todas las demás naciones.
Fuera de Italia la Antigüedad Clásica supondrá un caudal académico asimilable, y el desarrollo del Renacimiento dependerá constantemente de los impulsos marcados por Italia. Artistas importados desde Italia o formados allí, hacen el papel de verdaderos transmisores.
Los supuestos históricos que permitieron desarrollar el nuevo estilo se remontan al siglo XIV cuando, con el
Humanismo, progresa un ideal individualista de la cultura y un profundo interés por la literatura clásica, que acabaría dirigiendo, forzosamente, la atención sobre los restos monumentales clásicos.
Italia en ese momento está integrada por una serie de estados entre los que destacan
Venecia, Florencia, Milán, el Estado Pontificio y Nápoles.
La presión que se ejerce desde el exterior impidió que, como en otras naciones, se desarrollara la unión de los reinos o estados; sin embargo, sí se produjo el fortalecimiento de la conciencia cultural de los italianos.
Desde estos supuestos fueron las ciudades las que se convierten en centros de renovación artística.
En Florencia el desarrollo de una rica
burguesía ayudará al despliegue de las fuerzas del Renacimiento, la ciudad se convierte en punto de partida del nuevo estilo, y surgen, bajo la protección de los Médicis, las primeras obras que desde aquí se van a extender al resto de Italia.

David de Miguel Ángel

Arquitectura

Había dos tipos de edificios: religiosos (iglesias) y civiles (urbanos y laicos). Los elementos constructivos más característicos son:
Estructurales:
Arco de medio punto, columnas, cúpula semiesférica, bóveda de cañón y cubierta plana con casetones.
Decorativos:
Pilastras, frontones, pórticos, motivos heráldicos, almohadillados, volutas, grutescos, guirnaldas y medallones.
Desde sus inicios, la arquitectura renacentista tuvo un carácter profano y, lógicamente, surgió en una ciudad en donde el
Gótico apenas había penetrado, Florencia; en la Europa de las grandes catedrales, se implantó con dificultades.

Plaza de San Pedro, obra de Gian Lorenzo Bernini



Templete de San Pietro

Música

Al no conocer la música griega o romana con tanta precisión como la arquitectura y la escultura, la música renacentista no se produce como una restauración de lo antiguo. La música de esta época fue una culminación de lo anterior (Ars nova) buscando naturalidad, proporción y armonía entre texto y melodía.

Características principales:
.- Unión entre música religiosa y profana.
.- Más equilibrio entre las voces.
.- Mayor sentido imitativo en el contrapunto.
.- Progresiva sustitución de voces por instrumentos (favorece a la
música instrumental que también acompaña la danza).
.- Se amplía el campo de acción de la interpretación musical (templos, universidades pero también salones, cortes, etc).
.- El músico adquiere mayor importancia social.

Música vocal religiosa:
1.- Motete: Es una composición de 2, 3 o más voces sobre textos latinos y de extensión breve. El motete se cantaba en Adviento, Cuaresma y en Semana Santa. Su época de mayor importancia fue durante los siglos XII y XIII. En el motete destacan las figuras de Giovanni Pierluigi da Palestrina y de Orlando di Lasso.

2.- Misa: Se desarrolla sobre los textos litúrgicos de esta celebración: kyrie; gloria; credo; sanctus y Agnus Dei. La misa estaba inspirada en temas del canto llano y profano menos en el caso de la Missae sine nomine (misa sin nombre) que no estaba inspirada en ningún tema preexistente.

Renacimiento español
En España el cambio ideológico no es tan extremo como en otros países; no se rompe abruptamente con la tradición medieval, no desaparece la literatura religiosa, y será en el Renacimiento cuando surjan autores ascéticos y místicos; por ello se habla de un Renacimiento español más original y variado que en el resto de Europa.

Renacimiento Alemán
El renacimiento artístico no fue en Alemania una tentativa de resurrección del arte clásico, sino una renovación intensa del espíritu germánico, motivado por la Reforma protestante.

Alberto Durero (en alemán: Albrecht Dürer) (14711528) es el artista más famoso del Renacimiento alemán conocido en todo el mundo por sus pinturas, dibujos, grabados y escritos teóricos sobre arte, que ejercieron una profunda influencia en los artistas del siglo XVI de su propio país y de los Países Bajos. Durero comprendió la imperiosidad de adquirir un conocimiento racional de la producción artística.
Tras la Reforma el mecenazgo de la nobleza alemana se centró en primer lugar en la arquitectura, por la capacidad de ésta para mostrar el poder y prestigio de los gobernantes.
Así a mediados del siglo XVI se amplia el castillo de Heidelberg, siguiendo las directrices clásicas. Sin embargo, la mayoría de los príncipes alemanes prefirieron conservar las obras góticas, limitándose a decorarlas con ornamentación renacentista.


Castillo de Heidelberg

Difusión del Renacimiento
Los ideales del renacimiento se difundieron primero desde Florencia hacia los estados vecinos de Toscana, como Siena y Lucca .
En Nápoles el renacimiento se desarrolló bajo el patronazgo de Alfonso I que conquistó enteramente la ciudad en 1443, y protegió a artistas como Francesco Laurana y Antonello da Messina, escritores como el poeta Jacopo Sannazzaro, y al estudioso humanista Angelo Poliziano.

En 1378 el papado había vuelto a Roma, pero alguna vez la ciudad imperial permaneció pobre y casi totalmente en ruinas durante los primeros años el Renacimiento. La gran transformación comenzó bajo el Papa Nicolás V , elegido pontífice en 1447. Inició un dramático esfuerzo de reconstrucción que renovaría gran parte de la ciudad.

El Papa Sixto IV continuó el trabajo de Nicolás V, ordenando la construcción de la Capilla Sixtina. Los papas también comenzaron a inctrementar la normativa secular de los estados papales, lo que llevó a un poder centralizado a través de varios "papas guerreros".

La naturaleza del renacimiento cambió a finales del siglo XV. Sus ideales habían sido totalmente adoptados por la clase gobernante y la aristocracia. En el renacimiento temprano los artistas eran todavía vistos como artesanos con poco prestigio o reconocimiento. Al inicio del siglo XVI los principales artistas ganaron gran influencia y podían recibir gran fortuna. Se desarrolló un floreciente comercio artístico. Mientras que en el renacimiento temprano la mayoría de los principales artistas eran de clase media o baja, cada vez con más frecuencia devinieron en aristócratas.

El renacimiento y las clases sociales
Como movimiento cultural, el renacimiento italiano afectó sólo a una pequeña porción de la población. El norte de Italia era la región más urbanizada de Europa, pero tres cuartos de los habitantes eran campesinos. Para este sector de la población la vida se había mantenido sin cambios en relación a la Edad Media. El feudalismo clásico nunca había sido importante allí, con los campesinos mayormente trabajando en granjas privadas o como minifundistas. Algunos estudiosos ven una tendencia a la refeudalización en el renacimiento tardío cuando las elites urbanas se convierten en aristócratas de la tierra.

En las ciudades la situación era bastante distinta. Estaban dominadas por una elite comercial, que era tan excluyente como la aristocracia de cualquier reino medieval. Fue este grupo el que lideró la atención en la cultura renacentista. Bajo ellos había una gran clase de artesanos y miembros de gremios que vivían vidas confortables y tenían un poder significativo en los gobiernos republicanos. Esto estaba en agudo contraste con el resto de Europa donde los artesanos no superaban las clases bajas. Educados y cultos, los artesanos italianos participaban en la cultura renacentista. La mayor porción de la población urbana eran los pobres constituidos mayormente por trabajadores medianamente calificados y por desempleados. Igual que con los campesinos, el renacimiento tuvo en ellos poco efecto. Los historiadores debaten cuán fácilmente podrían escalar socialmente los pobres durante el renacimiento italiano. Pueden hallarse ejemplos de individuos que surgieron de orígenes humildes, pero Burke hace notar que los dos principales estudios en esta área demostraron que el renacimiento no contribuyó a la movilidad social. La mayoría de los investigadores piensan que en las primeras etapas del renacimiento la movilidad fue bastante alta, pero se fue perdiendo en el transcurso del siglo XV. La inequidad social era significativa. Una persona de la clase alta tenía ingresos cientos de veces mayores a los de un sirviente o un trabajador. También se considera que -en algunos aspectos- esta desigualdad favoreció el desarrollo propio del renacimiento, debido a que la gran riqueza de algunos permitió el desarrollo del mecenazgo.
El renacimiento, en fin, no fue un periodo de grandes cambios sociales o económicos, sino de desarrollo cultural e ideológico. Alcanzó sólo a una pequeña fracción de la población, e incluso varios historiadores, especialmente los partidarios del materialismo histórico sostienen que el renacimiento no fue de tanta importancia en la historia humana, y utilizan en su lugar el concepto de "Europa moderna temprana"



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